En pleno aislamiento, el gran actor marplatense gestó junto a Cecilia D´Angelo "Una rosa blanca", historia que gira alrededor de José Martí. Supone su primer streaming y su primer unipersonal. Estrena el 31 por Alternativa Teatral.
Las circunstancias de un año raro lo fueron llevando a dejar de lado su proyecto teatral, en el que viene trabajando desde “hace cuatro años” y acercarse al unipersonal, un género que nunca transitó, a pesar del enorme camino recorrido sobre los escenarios de Mar del Plata. Así, el actor Lalo Alías protagonizará su primer streaming desde el El Séptimo Fuego.
Dirigido por Cecilia D´Angelo, quien también fue la encargada de la dramaturgia, Alías estrenará el sábado 31 de octubre a las 20 “Una rosa blanca”, pieza que lo tiene al héroe de la independencia cubana, José Martí, como eje central.
“No es una biografía de Martí”, aclara Lalo. Y dice que la obra “está inspirada en su vida, en su poética, en sus ideales de unidad latinoamericana y en toda su lucha”.
Fueron esas ideas políticas las que llamaron la atención del equipo de trabajo: sorprendió la gran actualidad del discurso martiano.
La obra, que podrá verse por Alternativa Teatral, es la historia de “un profesor de literatura, que está a punto de recibir la jubilación y que ante un pedido institucional inesperado se ve atravesado por toda la ideología de Martí y ocurre, en el medio, una transformación”.
“Fue idea de Cecilia”, cuenta el actor. “Hay unas jornadas que se hacen desde una cátedra martiana de la Universidad. El año pasado leí unos textos, porque me pidieron que participara. Cecilia me dijo de hacer algo en las jornadas de este año, que eran en mayo y no se hicieron. Pero nosotros igual seguimos laburando”.
Siempre apasionado, Alías reconoce: “Martí me fue ganando” y admite que no estaba en sus planes meterse en el traje difícil de un unipersonal teatral. “Lo más cercano a un unipersonal que hice fue un largo monólogo en un espectáculo que dirigió Marcelo Marán”, evoca.
-¿No te gustan los unipersonales?
-Nunca se me cruzaba estar solo en un escenario, porque compartir el escenario con los compañeros es maravilloso, además hay que estar emocionalmente una hora solo con tantas aristas que tiene que tener un espectáculo. Si me hubieras preguntado hace unos meses te decía que no. Pero lo que pasó es que me ganó Martí, me ganó el laburo, ni me di cuenta, fue tan horizontalmente, fue una construcción muy rica y me fue ganando. Y tiene la ventaja de que no hay otra persona en el escenario (por la necesidad de cumplir con el aislamiento), algo que fue impensado.
-Pregunta obligada: ¿qué opinión tenés sobre el streaming teatral?
-El teatro es el teatro con el convivio con el espectador, la energía que circula con los compañeros y de repente el espectador no está pero sabés que está del otro lado. Todo lo que está pasando en este momento no suplanta al teatro, es como un apósito, que no lo puede reemplazar. Es un parche, y me parece que ahí esta la cosa: yo nunca había pasado por esto, quiero volver a la sala con público pero en este momento son las alternativas para salir adelante y seguir generando proyectos artísticos.